La marca registrada. ¿Cuál es realmente la protección con la que cuenta una marca registrada?
Una marca registrada es un signo sobre el que existe un derecho de exclusividad, concedido por el estado por 10 años -renovables-, y que le permite a su dueño impedir que otras personas usen signos iguales o semejantes en el mercado para identificar bienes o servicios iguales o semejantes a los de la marca registrada.
Sin embargo, el alcance de protección de la marca registrada, y la capacidad de su titular de impedir el uso de marcas semejantes, tiene aspectos adicionales a la simple protección contra la copia:
- Una marca registrada, y la protección que se concede a esa marca, no busca proteger únicamente al empresario dueño de la marca, sino que persigue proteger, también, al consumidor. En este sentido, la protección de una marca registrada no se limita a proteger contra la copia de marcas iguales, sino que se extiende a cualquier marca que pueda generar un riesgo de confusión en el consumidor, es decir, cualquier marca que afecte la libre elección de bienes y servicios.
- El riesgo de confusión del consumidor, que se busca evitar, también, mediante la protección que concede el registro de las marcas, no se limita a la confusión que puede tener un consumidor al considerar que, por la semejanza visual, una marca corresponde a otra marca, sino que se extiende a cualquier tipo de asociación equivocada que pueda tener un consumidor sobre dos marcas, los productos que identifican o su origen empresarial.
- La protección de una marca registrada no se da únicamente en relación con los bienes o servicios para los cuáles ha sido registrada. La protección se extiende, también, a bienes o servicios que resulten semejantes, complementarios o conexos a los de la marca registrada, ya que en este caso también se generaría un riesgo de confusión o asociación en el consumidor.
- Las semejanzas capaces de generar riesgo de confusión en el consumidor entre dos marcas pueden estar relacionados con varios aspectos de la marca: la composición gráfica en su totalidad, la posición de los elementos en el conjunto marcario; el uso de colores, fuentes e imágenes específicas; la fonética, la ortografía o el significado mismo de la marca, entre otras muchas cosas, y siempre tendrá relación con lo que comunica y la apreciación del consumidor al cual está dirigida.
- Existen palabras, expresiones, imágenes y, en general, elementos que no pueden ser apropiados exclusivamente por lo que, aun cuando hagan parte de una marca registrada, no puede impedirse que otras personas hagan uso de ellos en sus marcas.